Como autónomo o gestor de una empresa, sabes que cualquier descuido en la emisión o recepción de una factura puede traducirse en sanciones, errores contables o la pérdida de deducciones fiscales.
Esta guía te ayuda a evitarlo.
Aquí encontrarás explicaciones claras, ejemplos prácticos y criterios actualizados para utilizar correctamente las facturas simplificadas en tu actividad profesional.
Te servirá tanto si emites facturas como si las recibes, y te permitirá tomar decisiones informadas que impactan directamente en tu contabilidad diaria, en la deducción del IVA y en el cumplimiento con la Agencia Tributaria.
Índice
- 1 Qué es una factura simplificada y cómo funciona en España
- 2 ¿Cuándo pueden los autónomos y empresas emitir o aceptar una factura simplificada?
- 3 Factura simplificada o ticket: qué concepto es válido en contabilidad
- 4 Factura simplificada: requisitos y contenido obligatorio según las Administraciones Tributarias
- 5 Factura simplificada: límite de importe
- 6 Factura simplificada y factura completa: diferencias clave
- 7 ¿La factura simplificada es deducible?
- 8 Factura simplificada cualificada (o de canje)
- 9 Factura simplificada y TicketBAI
- 10 Factura simplificada y Verifactu: obligaciones para emitirla con software válido
- 10.1 ¿Las facturas simplificadas deben tener código QR?
- 10.2 ¿Cómo hacer una factura simplificada válida con Verifactu?
- 10.3 Software homologado, formato estructurado y trazabilidad
- 10.4 Facturación en papel, PDF y electrónica: diferencias actuales
- 10.5 Cuándo es obligatoria la emisión electrónica y cuándo no
- 11 Preguntas frecuentes sobre las facturas simplificadas
Qué es una factura simplificada y cómo funciona en España
La factura simplificada es uno de los documentos más habituales en la actividad diaria de muchos autónomos, comercios y pequeñas empresas.
Según el Reglamento de Facturación (Real Decreto 1619/2012), una factura simplificada es un tipo de factura que contiene menos datos que la factura ordinaria, pero que sigue siendo válida a efectos fiscales.
La Agencia Tributaria (AEAT), y las respectivas Haciendas Forales de Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Navarra permiten su uso en operaciones de importe reducido o en sectores específicos donde la facturación suele ser rápida y recurrente, como la hostelería o el comercio minorista.
En definitiva, se trata de una forma legal de justificar una operación económica sin necesidad de emitir una factura completa, siempre que se cumplan ciertos requisitos establecidos por la normativa fiscal.
Diferencia entre factura y justificante de pago
Una factura simplificada no es lo mismo que un justificante de pago, aunque en apariencia puedan parecer similares.
El justificante de pago solo demuestra que una persona ha pagado por un producto o servicio, pero no cumple los requisitos legales para ser registrado en la contabilidad ni deducirse fiscalmente.
En cambio, una factura simplificada, aunque más breve que una ordinaria, sí tiene validez legal y fiscal siempre que cumpla con los requisitos exigidos por las administraciones tributarias.
¿Cuándo pueden los autónomos y empresas emitir o aceptar una factura simplificada?
La Administración Tributaria (AEAT o cualquiera de las haciendas forales) permiten el uso de facturas simplificadas solo en ciertos casos. Están pensadas para operaciones de bajo importe o para sectores donde el número de ventas al público es elevado.
Para empezar, debemos distinguir dos escenarios: la recepción y la emisión de estas facturas.
En lo referente a la recepción de estas facturas, y como veremos más adelante en esta guía, una factura simplificada sirve como documento válido para justificar ingresos o gastos.
Sin embargo, si eres autónomo o tienes una empresa, y quieres deducir las facturas que hayas recibido, debes asegurarte de que cumplan con ciertas condiciones
En lo que concierne a la emisión, no todos los autónomos ni todas las empresas pueden usarlas libremente.
Veamos en qué situaciones están permitidas y cuáles quedan fuera.
Casos permitidos por las Administraciones Tributarias
Según el Reglamento de facturación (Real Decreto 1619/2012), los autónomos y empresas pueden emitir una factura simplificada cuando:
- El importe total no supera los 400 euros, IVA incluido (límite general).
- El importe puede llegar a 3.000 euros, IVA incluido, si la actividad se encuentra entre las autorizadas por el reglamento (límite especial).
- La operación no requiere una factura completa por otras obligaciones legales o fiscales.
- Se trate de una factura rectificativa de una factura simplificada anterior.
Además, debe cumplirse que la operación no obligue a identificar al cliente, salvo que éste lo solicite para deducirse el IVA.
Operaciones a consumidores finales
Es el caso más habitual.
La factura simplificada se utiliza en operaciones con particulares que no actúan como empresarios o profesionales. Por ejemplo, si vendes un producto en una tienda física o prestas un servicio a un cliente final, puedes usar este formato.
Al no ser necesario incluir los datos del cliente (salvo petición), se agiliza el proceso de facturación, sin perder validez fiscal.
Sectores con volumen elevado de ventas minoristas
Algunos sectores están autorizados a emitir facturas simplificadas de hasta 3.000 euros por operación. Entre ellos:
- Hostelería, bares, cafeterías y servicios de restauración.
- Venta ambulante o servicios prestados a domicilio.
- Peluquerías y centros de estética.
- Servicios de transporte de personas (como taxis).
- Aparcamientos, lavanderías, peajes o alquiler de películas.
- Servicios de fotografía o instalaciones deportivas.
Estos sectores, por su naturaleza de venta directa y repetitiva a consumidores finales, pueden beneficiarse de este umbral ampliado.
Facturas rectificativas y operaciones especiales
También pueden emitirse facturas simplificadas como facturas rectificativas.
En este caso, es obligatorio hacer referencia a la factura original que se corrige y detallar con claridad qué parte se modifica.
Además, se permite su uso en operaciones especiales siempre que no exista la obligación de emitir una factura completa, como pagos por anticipado en ciertos contextos o ventas puntuales en efectivo con consumidores finales.
Qué actividades no pueden usarla
No podrán usar factura simplificada aquellos autónomos o empresas que:
- Vendan a otros autónomos o empresas y el cliente necesita deducir el IVA (salvo que se emita con sus datos completos).
- Realicen operaciones superiores a los límites establecidos (400 € o 3.000 € según el caso).
- Presten servicios que requieren identificación completa del cliente por normativa sectorial (por ejemplo, servicios jurídicos o médicos en algunos contextos).
- Estén obligados a emitir factura electrónica estructurada en operaciones entre autónomos o empresas y administraciones públicas, salvo en el caso de factura cualificada.
En estos casos, debes emitir siempre una factura completa que identifique al cliente y desglose correctamente las bases y cuotas de IVA.
Factura simplificada o ticket: qué concepto es válido en contabilidad
Aunque en el lenguaje cotidiano se sigue hablando de “tickets”, en realidad este concepto ya no existe a nivel fiscal.
Tras la entrada en vigor del Reglamento de Facturación (Real Decreto 1619/2012), los tickets desaparecieron como figura legal.
Desde el 1 de enero de 2013, cualquier documento justificativo de una operación debe cumplir al menos los requisitos de una factura simplificada para tener validez fiscal.
Aunque en muchas tiendas y restaurantes aún se entrega un documento que coloquialmente se llama “ticket”, a efectos de contabilidad y deducción del IVA solo se acepta si cumple los requisitos legales de una factura simplificada.
Por qué la factura simplificada sustituyó al ticket en 2013
El cambio normativo de 2013 eliminó el ticket como documento contable válido para aumentar el control fiscal y la trazabilidad de las operaciones.
La factura simplificada surgió como una alternativa que mantiene cierta agilidad en la emisión de facturas, pero garantiza una mínima estructura que permite su trazabilidad, conservación y, en algunos casos, deducción.
Esta medida también buscaba reducir el fraude y mejorar la transparencia en sectores donde las ventas en efectivo son frecuentes.
Factura simplificada: requisitos y contenido obligatorio según las Administraciones Tributarias
Como ya te hemos indicado al comienzo, la factura simplificada es un documento fiscal válido que permite justificar operaciones de bajo importe de forma más ágil que una factura completa.
Sin embargo, para que tenga validez legal y contable, debe cumplir ciertos requisitos establecidos por el Reglamento de facturación en España.
- Número y, si procede, serie de la factura.
- Fecha de expedición.
- Nombre completo o razón social y NIF del emisor.
- Descripción de los bienes entregados o servicios prestados.
- Tipo impositivo aplicado (por ejemplo, 21%, 10% o 4%) o la expresión “IVA incluido”.
- Contraprestación total.
- Si se aplica el régimen especial del criterio de caja, debe indicarse expresamente.
- En caso de ser una factura rectificativa, debe referenciar a la factura original y detallar qué se modifica.
Estos requisitos son obligatorios en cualquier factura simplificada, independientemente del sector o del tipo de operación.
Cómo numerarlas correctamente y por series
La numeración debe ser correlativa y ajustarse al orden cronológico de emisión.
Además, si trabajas con varias líneas de negocio, establecimientos o tipos de facturación distintos (por ejemplo, facturación manual y electrónica), puedes utilizar series diferenciadas, siempre que queden claramente identificadas.
Por ejemplo:
- Serie A: facturación presencial en tienda.
- Serie B: facturación online.
- Serie C: facturas rectificativas.
Cada serie debe seguir su propia numeración consecutiva sin saltos ni duplicidades.
Concepto e importe total: cómo reflejar el IVA
El concepto debe describir de forma clara y suficiente el bien o servicio vendido. No basta con poner “varios” o “producto”; se recomienda especificar “menú del día”, “corte de pelo”, “reparación de electrodoméstico”, etc.
En cuanto al importe, la normativa permite dos opciones:
- Indicar el precio total con IVA incluido y especificar el tipo aplicado (por ejemplo: “Total: 18,15 € (IVA incluido, 10 %)”).
- Desglosar base imponible y cuota de IVA si se aplican distintos tipos o si se desea mayor detalle.
Ambas formas son válidas, pero si hay más de un tipo impositivo, el desglose se vuelve obligatorio.
Cuándo es obligatorio incluir los datos del cliente
Por norma general, no es necesario incluir los datos del cliente en una factura simplificada.
Sin embargo, debes hacerlo si el destinatario lo solicita porque necesita deducir el IVA o justificar el gasto en su contabilidad.
En ese caso, hay que añadir:
- Nombre completo o razón social.
- NIF del cliente.
La factura sigue considerándose simplificada siempre que no supere los límites de importe (400 € en general, 3.000 € en sectores concretos).
Menciones específicas: criterio de caja, facturas rectificativas, etc.
Hay casos en los que la factura simplificada debe incluir menciones especiales:
- Régimen especial del criterio de caja: si el emisor está acogido a este régimen, debe indicar la mención “régimen especial del criterio de caja”.
- Factura rectificativa: debe incluir la expresión “factura rectificativa”, hacer referencia a la factura original y detallar lo que se corrige.
- TicketBAI: si el emisor de la factura tributa en cualquiera de las administraciones forales como la Hacienda Foral de Bizkaia, Hacienda Foral de Gipuzkoa, Hacienda Foral de Araba o Navarra, estará obligado a emitir una factura en formato TicketBAI que incluya en el documento de factura el código QR con la leyenda que identifica la factura en el sistema de Hacienda. Más abajo, decidamos una sección completa al respecto.
- Verifactu: si el emisor está obligado a emitir bajo esta normativa, la factura debe incluir un código QR y una leyenda indicando que ha sido generada conforme a Verifactu. Igualmente, hemos creado una sección específica más adelante.
Factura simplificada: límite de importe
Como norma general, cualquier profesional o empresa puede emitir una factura simplificada siempre que el importe total de la operación no supere los 400 euros, IVA incluido.
Este límite se aplica a la mayoría de actividades económicas.
Si la operación excede ese importe, deberá emitirse una factura completa, aunque el cliente no solicite la identificación fiscal.
Límite especial: hasta 3.000 € en sectores autorizados
Existen excepciones en las que el límite se amplía hasta los 3.000 euros, también con el IVA incluido.
Este umbral solo está disponible para actividades concretas en las que es habitual trabajar con clientes particulares y realizar operaciones de forma rápida y recurrente:
- Ventas al por menor (incluso realizadas por el fabricante)
- Servicios en ambulancia o a domicilio
- Transporte de personas y equipajes
- Hostelería y restauración (bares, cafeterías, chocolaterías, etc.)
- Servicios en discotecas y salas de baile
- Servicios telefónicos en cabinas públicas o con tarjetas sin identificación
- Peluquería e institutos de belleza
- Uso de instalaciones deportivas
- Fotografía (revelado, estudios)
- Parkings y peajes
- Alquiler de películas
- Servicios de tintorería y lavandería
Si tu actividad no figura entre las anteriores, deberás atenerte al límite general de 400 euros.
Factura simplificada y factura completa: diferencias clave
Saber cuándo usar una factura simplificada y cuándo optar por una completa es clave para cumplir con la normativa, llevar una contabilidad ordenada y evitar errores en la deducción de gastos o del IVA.
Ambas son válidas ante la Agencia Tributaria, pero no son intercambiables.
Las diferencias entre una y otra no solo afectan al contenido obligatorio, sino también a su utilidad práctica: una factura simplificada tiene limitaciones de importe, y solo permite deducir el IVA si se identifican correctamente los datos del cliente.
Permítenos ilustrarte las diferencias con esta tabla comparativa:
| Aspecto | Factura simplificada | Factura completa (ordinaria) |
|---|---|---|
| Identificación del cliente | No es obligatoria, salvo si se desea deducir el IVA | Obligatoria: nombre o razón social, NIF y domicilio fiscal |
| Detalle del IVA | Puede no ir desglosado si figura la mención “IVA incluido” | Obligatorio: base imponible y cuota de IVA desglosada |
| Importe máximo | 400 € (IVA incluido) en general; 3.000 € en sectores concretos | Sin límite de importe |
| Datos del emisor | Obligatorios: nombre, NIF, número de factura, fecha, concepto | Obligatorios, con los mismos elementos y mayor nivel de detalle |
| Deducción de IVA y gasto | Solo si se incluyen los datos del cliente | Sí, si cumple con los requisitos formales y está vinculada a la actividad |
| Uso habitual | Ventas B2C, operaciones menores, entornos con mucho flujo | Ventas B2B, operaciones de mayor valor o donde se requiere deducir |
Como ves, la principal diferencia está en la identificación del destinatario y en el nivel de detalle exigido.
Una factura simplificada puede incluir los datos del cliente si éste lo solicita, por ejemplo para deducir el IVA. Pero aunque los incluya, seguirá siendo una factura simplificada si cumple los límites y condiciones establecidas por la normativa.
Cuándo solicitar una u otra
Si actúas como persona particular, puedes aceptar una factura simplificada cuando el importe es bajo y no necesitas deducir el IVA ni justificar el gasto.
Sin embargo, si pretendes desgravar esta factura o incluirla en tus libros contables, debes solicitar siempre una factura completa.
Aunque trataremos esto en detalle en apartados posteriores, ten en cuenta que una factura simplificada sin datos del cliente no te servirá para justificar ni deducir ciertos gastos en la contabilidad.
En términos legales, ambas facturas son válidas, pero solo la factura completa garantiza que el gasto y el IVA serán deducibles sin problemas, siempre que el concepto esté relacionado con tu actividad económica.
Por ejemplo, si pides un café en un bar o haces la compra, y ninguno de estos gastos tienen relación directa con tu actividad económica, la factura simplificada es más que suficiente.
Sin embargo, en los siguientes ejemplos, deberías solicitar la factura completa para poder deducir el IVA y el gasto correspondiente:
- Pagas una comida de trabajo que vas a deducir.
- Haces un repostaje de combustible para tu vehículo de trabajo.
- Compras material para tu oficina.
- Contratas una asesoría y software como Tukonta, para llevar tu contabilidad y fiscalidad al día.
¿La factura simplificada es deducible?
En principio, una factura simplificada no puede utilizarse para deducir el IVA ni los gastos incluidos en ella.
Como ya hemos explicado en anteriores apartados, esta factura no suele incluir los datos del cliente y, por tanto, no es aceptada por Hacienda como justificante para la deducción.
Ahora bien, hay casos en los que el emisor puede emitir una factura simplificada con los datos identificativos del destinatario, pero no está obligado a emitir una factura completa.
Eso es habitual en negocios de restauración y comercios minoristas, cuando el importe de la factura es reducido, y no hay una relación directa como proveedor de un autónomo o empresa.
En esos casos, la factura simplificada que incluya los datos del destinatario es un documento fiscalmente deducible.
Sea como fuere, si eres autónomo o tienes una empresa, lo recomendable es solicitar desde el principio una factura completa.
En su defecto, puedes pedir a posteriori lo que se conoce como una “factura de canje”.
Factura simplificada cualificada (o de canje)
Cuando ya has recibido una factura simplificada sin tus datos fiscales, pero necesitas deducir el gasto o el IVA, puedes solicitar una factura de canje, también conocida como factura cualificada.
Esta opción es clave para autónomos y empresas que deben justificar pagos de pequeño importe realizados en nombre de su actividad profesional.
Qué es una factura de canje y cuándo se utiliza
Una factura de canje es un documento que sustituye a una o varias facturas simplificadas previas.
Se emite a posteriori, incluyendo todos los datos fiscales necesarios para que el destinatario pueda deducir el gasto y el IVA.
Se utiliza principalmente cuando se han acumulado tickets o facturas simplificadas sin los datos del cliente, pero el gasto está vinculado a la actividad empresarial y se necesita justificar ante Hacienda.
Es muy habitual en gastos de viaje, dietas, carburante o restauración.
Requisitos para que sea válida a efectos del IVA deducible
Para que una factura de canje tenga validez legal y permita deducir el IVA, debe cumplir con los mismos requisitos que una factura completa. En particular:
- Debe emitirse a nombre del cliente (autónomo o empresa), con nombre o razón social, NIF y domicilio fiscal.
- Tiene que referenciar de forma clara y ordenada las facturas simplificadas o tickets que sustituye.
- Debe especificar base imponible, tipo impositivo, cuota de IVA y total.
- Tiene que cumplir con la normativa del Reglamento de Facturación.
Cómo hacer una factura cualificada a partir de una simplificada
La emisión de la factura de canje puede realizarla el propio proveedor o un tercero autorizado, como una empresa que gestione digitalmente los gastos de representación. El proceso habitual incluye los siguientes pasos:
- Recopilar las facturas simplificadas originales.
- Agruparlas por proveedor, fecha o tipo de servicio.
- Solicitar al proveedor una nueva factura con tus datos fiscales, que canjee las anteriores.
- Archivar y registrar correctamente esa nueva factura como justificante válido.
Rol del cliente autónomo o empresa en esta operación
Como destinatario, tú debes solicitar al proveedor la emisión de la factura cualificada. También eres responsable de conservar y clasificar adecuadamente tanto los tickets originales como la factura de canje emitida.
En caso de control fiscal, la Agencia Tributaria puede requerir los justificantes previos para verificar la trazabilidad del gasto.
Qué debe reflejarse en la contabilidad
En tu contabilidad solo deberías registrar la factura de canje, no los tickets por separado.
Esta factura sustituye los documentos anteriores, por lo que actúa como única prueba válida del gasto a efectos fiscales y contables.
También es importante anotar correctamente el asiento contable, referenciando el proveedor, el concepto del gasto y el importe con el desglose del IVA.
Factura simplificada y TicketBAI
Si eres autónomo o empresa y emites facturas en el País Vasco, debes cumplir con la normativa de factura TicketBAI, que afecta tanto a facturas completas como simplificadas. En esta sección te explicamos qué requisitos específicos debe cumplir una factura simplificada bajo TicketBAI y cómo gestionarla correctamente con el software oficial.
¿Se puede emitir una factura simplificada con TicketBAI?
Sí. TicketBAI permite emitir facturas simplificadas siempre que se respeten los requisitos legales generales y los recogidos en el Decreto Foral 4/2013 en el caso de Bizkaia, así como en las normativas análogas de Álava y Gipuzkoa.
Eso sí, cualquier factura —incluida la simplificada— debe generarse mediante un software garante que cumpla con los requisitos técnicos de TicketBAI.
Requisitos específicos para que sea válida en Euskadi
Para que una factura simplificada sea válida dentro del sistema TicketBAI, debe cumplir los siguientes requisitos:
- Requisitos del Reglamento de Facturación nacional (RD 1619/2012), que ya hemos mencionado previamente como:
- Importe ≤ 400 € (IVA incluido) en general, o ≤ 3.000 € en sectores autorizados.
- Datos mínimos: número, fecha, NIF del emisor, concepto e importe total.
- Identificación del destinatario sólo si se pretende deducir el IVA o registrar el gasto.
- Requisitos TicketBAI:
- Código identificativo TBAI.
- Código QR.
- Firma electrónica del archivo generado.
- Registro automático en el Libro Registro de Operaciones Económicas (LROE) si estás en Bizkaia.
Cómo emitir una factura simplificada con Haz Tu Factura
Para la emisión de facturas simplificadas TicketBAI puedes optar por un software homologado como Tukonta o bien una de las opciones públicas, ofrecidas por las Diputaciones forales.
El software Haz tu Factura de la Diputación Foral de Bizkaia permite emitir facturas simplificadas desde la sección correspondiente del menú. Para ello:
- Selecciona una serie identificada como simplificada.
- Completa los campos obligatorios: descripción, importe, tipo de IVA y datos del emisor.
- Si el cliente necesita deducir el gasto o el IVA, marca la opción de introducir sus datos fiscales.
- Al emitirla, el sistema genera automáticamente:
- El archivo XML firmado.
- El código QR.
- El número identificativo TBAI.
- El registro en el LROE, si procede.
Factura simplificada y Verifactu: obligaciones para emitirla con software válido
Desde el 29 de julio de 2025, Verifactu marca un antes y un después en la forma en que se generan y gestionan las facturas en España.
Aunque su aplicación práctica será obligatoria en 2026, los programas de facturación ya deben estar adaptados para cumplir con este sistema.
Te recomendamos nuestro tutorial sobre qué es Verifactu.
Verifactu es una nueva normativa que regula el funcionamiento de los sistemas informáticos de facturación, tal como establece el Real Decreto 1007/2023.
No afecta únicamente a la factura electrónica, sino a todo software que se utilice para emitir facturas, sean simplificadas o completas, en papel, PDF o digital.
Para ti, esto significa que:
- Si facturas mediante software, este debe estar adaptado a Verifactu.
- El sistema debe generar un registro seguro, con una huella digital única y trazabilidad completa.
- No es obligatorio enviar las facturas a la AEAT en tiempo real, pero el sistema debe permitirlo si decides hacerlo.
¿Las facturas simplificadas deben tener código QR?
Sí, pero solo si se generan con software Verifactu. En ese caso, deben incluir:
- Un código QR que permite a la Agencia Tributaria o al receptor comprobar los datos esenciales de la factura (NIF del emisor, fecha, número e importe).
- Una leyenda visible que indique que el documento ha sido generado conforme al sistema Verifactu.
Si emites la factura en papel sin utilizar software, el código QR no es obligatorio. Pero esta vía será cada vez más marginal y limitada.
¿Cómo hacer una factura simplificada válida con Verifactu?
Para cumplir con la normativa, debes seguir este procedimiento:
- Utiliza un programa de facturación homologado, como Tukonta.
- Incluye los datos obligatorios: número y serie, fecha, NIF del emisor, descripción, importe total y tipo impositivo.
- Si el cliente es una empresa o autónomo y desea deducir el gasto, añade sus datos fiscales.
- El sistema debe generar automáticamente la huella digital, el código QR y el mensaje de conformidad con Verifactu.
- Puedes activar la opción de envío voluntario en tiempo real a la Agencia Tributaria.
Software homologado, formato estructurado y trazabilidad
Verifactu exige una serie de requisitos técnicos:
- El formato de la factura debe ser estructurado (como XML o Facturae), no basta con un simple PDF o archivo Word.
- Cada factura debe contar con una huella digital que garantice su unicidad e integridad.
- El sistema debe registrar todos los eventos relevantes: emisión, modificación, anulación, etc.
- La factura puede enviarse a la AEAT de forma voluntaria, aunque no es obligatorio.
Si aún trabajas con plantillas en Excel, Word o programas sin certificación, tendrás que migrar a software compatible antes del 1 de enero de 2026 (empresas) o del 1 de julio de 2026 (autónomos).
Facturación en papel, PDF y electrónica: diferencias actuales
- Papel: sigue siendo válido si contiene todos los datos exigidos y no se genera mediante software Verifactu.
- PDF: es aceptado si proviene de un sistema adaptado a Verifactu, aunque no se considera factura electrónica si no tiene formato estructurado.
- Factura electrónica: debe emitirse en XML estructurado, a través de software compatible con Verifactu y con capacidad de envío automático si se desea.
Es importante distinguir entre un PDF tradicional (que puede imprimirse) y una factura electrónica en sentido legal, exigida en las operaciones entre empresas y profesionales.
Cuándo es obligatoria la emisión electrónica y cuándo no
En 2025, la emisión electrónica solo será obligatoria si tú decides activarla. Pero a partir de 2026, la situación cambia:
- Si operas entre autónomos o empresas (B2B), deberás emitir factura electrónica en formato estructurado.
- Si vendes a consumidores finales, podrás seguir emitiendo facturas en papel o PDF. Aun así, si usas software, deberá ser conforme a Verifactu.
En resumen:
- Si usas software de facturación, este ya debe cumplir con Verifactu.
- Si facturas a empresas o autónomos, en 2026 también deberás emitir factura electrónica estructurada.
- Si emites facturas simplificadas en papel a particulares, aún puedes hacerlo, pero cada vez tendrás menos margen.
Cuanto antes adaptes tu sistema de facturación, mejor preparado estarás para evitar sanciones y cumplir con Hacienda sin complicaciones.
Preguntas frecuentes sobre las facturas simplificadas
Aunque ya hemos tratado estos temas a lo largo de esta guía, te indicamos aquí un listado de consulta rápida para las preguntas más frecuentes.
¿Una factura simplificada sirve para justificar un gasto ante Hacienda?
Una factura simplificada solo sirve para justificar un gasto ante Hacienda si está correctamente emitida a tu nombre y con tus datos fiscales. En caso contrario, no es válida ni para deducir el gasto ni el IVA.
¿Puedo usar factura simplificada en ventas online?
Solo si la venta es a un consumidor final y no supera los límites establecidos (400 € con carácter general, 3.000 € en sectores autorizados).
En operaciones entre empresas o con autónomos, o si el cliente lo solicita, deberás emitir una factura completa con todos los datos del comprador.
¿Qué pasa si me dan un ticket y no una factura?
El ticket, en sentido estricto, dejó de tener validez legal en 2013.
Hoy en día, lo que antes llamábamos ticket debe emitirse como factura simplificada, cumpliendo los requisitos del reglamento. Si el documento no contiene los datos mínimos exigidos, no podrá considerarse factura válida a efectos fiscales.
¿Puedo deducir el IVA con una factura sin mi NIF?
No. Para que el IVA sea deducible en una factura recibida (tanto simplificada como completa), debe constar tu NIF como receptor.
De lo contrario, Hacienda puede rechazar la deducción. En ese caso, debes solicitar una factura rectificada o una factura de canje con tus datos correctamente reflejados.
